El Senado de la República solicitó al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, una relación de las empresas mexicanas que pueden o pudieron estar vinculadas con la empresa estadounidense Purdue Pharma, a la que se le atribuye el origen de la crisis de opioides en la Unión Americana.
La propuesta fue presentada para su trámite de obvia y urgente resolución, por el coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, petición que aprobó el Pleno.
De esta manera, la Cámara de Senadores también pidió al titular de la SRE un informe sobre la crisis de opioides en Estados Unidos y en la frontera de México, en el que incluya el papel de los dos países en la dinámica de producción y comercialización de fentanilo, oxicodona y otros narcóticos que tengan un potencial peligroso para la salud y la seguridad de ambos países.
Además, hizo un llamado a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que continúe las conversaciones con autoridades del vecino país del norte, a fin de fortalecer los esquemas de cooperación para enfrentar las actividades de los cárteles de la droga que operan desde Estados Unidos y que afectan la salud y la seguridad en México.
Desde la tribuna del Senado, Monreal Ávila reconoció que el fentanilo ha generado una crisis de magnitudes enormes, con problemas sociales graves y que ha tomado como víctimas fundamentalmente a las mujeres.
“Pero nosotros no podemos aceptar intervenciones groseras de gobiernos extranjeros, no podemos admitir lo que en 1848 sucedió con el tratado de Guadalupe, cuando perdimos más de la mitad del territorio nacional y que nos invadió Estados Unidos; esas etapas están superadas y no regresarán”.
Ricardo Monreal enfatizó que no se puede admitir que en la Unión Americana se propongan leyes extraterritoriales para que se apliquen en México y que el Ejército de ese país combata a grupos criminales en nuestro territorio.
“Eso sería simple y sencillamente inadmisible, una decisión bárbara”, una acción carente de diplomacia, producto de “la fuerza bruta o la fuerza unilateral en la que no creemos”.
“Por eso, “rechazamos tajantemente las expresiones de congresistas norteamericanos republicanos, que a la sombra o al ánimo del proceso electoral, como retórica electorera, usan” a nuestro país.
En el documento, Monreal Ávila aseguró que la epidemia de opioides está estrechamente ligada con la disponibilidad de medicamentos, supuestamente controlados, que generan adicción y un gran riesgo de sobredosis, entre los que se encuentra, la oxicodona, comercializada por Purdue Pharma con el nombre OxyContin.
Refirió que la presencia de oxicodona en el mercado legal, la publicidad falsa en torno a su seguridad y potencial de adicción, además de la falta de un programa eficaz para evitar que los medicamentos llegaran al mercado negro, se combinaron con la poca vigilancia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.
Señaló que el panorama actual de la crisis de opioides está fuertemente influido por el caso de Purdue Pharma, pues la venta prácticamente indiscriminada de un producto altamente adictivo, generó en el público una dependencia de los productos derivados del opio que hoy explica la alta demanda del fentanilo.
En la actualidad, advirtió, el mercado negro utiliza el fentanilo principalmente para “cortar” otras sustancias, como la heroína o la cocaína, pues al tratarse de una droga más barata, adictiva y potente, genera una mayor dependencia con mayores márgenes de ganancia.
Indicó que existen consumidores de drogas que no necesariamente buscan el fentanilo, pero éste es distribuido en otras sustancias, lo que aumenta en gran medida el riesgo de sobredosis.
Ricardo Monreal refirió que, de acuerdo con estadísticas del Pacific Northwest National Laboratory, de Estados Unidos, entre 1999 y 2011 se cuadruplicaron en ese país las muertes relacionadas con opioides, pero a partir de 2013 las cifras se dispararon en una proporción mayor.
Además, se estima que en 2020, alrededor de cien mil personas murieron por sobredosis sólo en Estados Unidos.
Consideró que en México y Estados Unidos no sólo existen los riesgos asociados con el consumo de la sustancia, sino que la demanda por fentanilo también ha generado un mercado negro y una actividad cada vez más grande para los cárteles del crimen organizado de ambos países, con la consecuente agudización de la violencia que ejercen.
La epidemia de opioides, puntualizó, es uno de los grandes retos de salud pública que enfrenta el mundo y la región de Norteamérica, aunado a que las víctimas mortales por sobredosis de estas sustancias se acumulan cada día, y entre ellas el fentanilo representa la de mayor riesgo por su potencia, pues se estima que es entre 50 y 100 veces más poderosa que la morfina.
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