El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la demanda por daños interpuesta ayer por el gobierno federal, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, contra fabricantes y distribuidores de armas en Estados Unidos, es un procedimiento civil no injerencista y respetuoso de la legislación de ese país.
“Nos afecta que no haya control sobre la venta de las armas. No es ir en contra de la enmienda que les da derecho a los estadounidenses de portar armas, sino la forma en que se fabrican y se venden estas armas que llegan a nuestro país y causan muertes porque no hay ninguna limitación ni control”, explicó.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario sostuvo que el control de la venta de armas contribuiría a reducir considerablemente la violencia en México.
“Ayuda mucho, pero vamos a ver. Es la primera vez que se hace un planteamiento así, cuidadoso, con apego a la legalidad y respetuoso de la independencia y de las leyes de Estados Unidos”, enfatizó.
El jefe del Ejecutivo indicó que actualmente las empresas dedicadas a la fabricación de armas las hacen “a la medida” para sus clientes, que en México forman parte de los grupos delincuenciales
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