La presidenta de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios del Senado de la República, Bertha Alicia Caraveo Camarena, destacó la necesidad de defender los derechos humanos de los migrantes no sólo cuando se encuentran en situación de movilidad, sino cuando llegan a su destino, encuentran trabajo en un país distinto al de su origen e intentan construir una nueva vida.
La legisladora advirtió que la migración no termina cuando se llega al destino, pues las personas que dejan atrás sus hogares inician una nueva travesía en busca de construir una vida en un nuevo país distinto al suyo.
Durante la presentación del libro: “Callan por miedo. Personas migrantes cuentan sus historias en lecherías del estado de Washington”, la senadora destacó que “este texto nos convoca a reflexionar sobre el papel que tiene nuestros migrantes en Estados Unidos, siendo el principal país de destino de flujo migratorio”.
Por eso, llamó a que la migración sea entendida desde sus causas estructurales, y particularmente, “como el resultado de una configuración de atracción y expulsión que determina el flujo migratorio”.
Caraveo Camarena dijo que no es suficiente entender a este fenómeno a partir de la llegada de las remesas a nuestro país, sino del espacio que históricamente se les ha quitado. “Es que, si bien hemos entendido la importantica de nuestros paisanos a partir de la llegada remesas, no es suficiente por el espacio que se les ha quitado históricamente”, dijo.
Por ello, destacó la importancia de defender los derechos humanos de los migrantes no sólo cuando se encuentran en situación de movilidad, sino también en sus trabajos, sobre todo por los constantes abusos de sus empleadores y las violaciones sistemáticas a las regulaciones laborales.
Por su parte, el senador del PVEM, Rogelio Israel Zamora Guzmán reconoció el esfuerzo editorial y la valentía de quienes dieron a conocer su testimonio, para visibilizar los niveles de violencia que viven los trabajadores migrantes mexicanos.
De entrada, expresó el legislador, “los migrantes deben saber que no están solos y que en el Senado de la República tienen a un aliado”; por ello, agregó que solicitará al cuerpo diplomático mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que actúen y se apliquen medidas cautelares y para la reparación del daño en beneficio de las víctimas.
“Creo que sí tenemos que hacer un plan de vigilancia, que tengamos indicadores claros de los avances de lo que pasa con los trabajadores migrantes, sobre todo, para que los próximos senadores, independientemente del partido de que se trate, lo sigan encabezando”, propuso.
Teresa Romero, presidenta de United Farm Workers of America, coordinadora de la obra, expresó que los trabajadores migrantes que se atrevieron a contar su testimonio están sorprendidos por el apoyo del Senado de la República.
Detalló que el libro es la plataforma mediante la cual diez trabajadores mexicanos migrantes cuentan su testimonio de lo que viven en Estados Unidos, porque los “patrones los ven como trabajadores desechables”.
Los casos que se mencionan en el texto, detalló, nos dan una idea del día a día de la situación de los migrantes en Washington, “que no se atreven a denunciar porque el miedo más grande es a la deportación”.
Para Leticia Calderón Chelius, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias y del Sistema Nacional de Investigadores, afirmó que en México hay muy poca consciencia de la migración. El libro, aseguró, es un documento que contribuye de manera sustancial, a analizar los flujos migratorios con un enfoque humanitario.
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