Otorgar un día con goce de sueldo para que los trabajadores acudan a realizarse estudios para la detección oportuna del cáncer, no sólo reducirá los factores de riesgo de contraer esta enfermedad, también mejorará las condiciones laborales, al incrementar las prestaciones no monetarias para el trabajo subordinado, afirmó el senador Rafael Espino de la Peña.
En la sesión del 11 de febrero y desde la tribuna del Senado, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda defendió el dictamen que reforma y adiciona la Ley Federal de Trabajo y la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, que fortalece la tutela del acceso a la salud de todos los trabajadores.
Con ello, las y los trabajadores tendrán derecho de contar con un día de permiso laboral al año, con goce de salario íntegro, para que tengan lo oportunidad de acudir a un centro de salud pública o institución médica privada, para someterse a la realización de estudios médicos de detección oportuna del cáncer.
Lo anterior, con la obligación de presentarle como justificante a su empleador, el certificado médico emitido por la instancia de salud correspondiente.
“Aunque es imposible garantizar a las personas que permanecerán sanas a lo largo de su vida, cada vez hay mayores y más efectivos esfuerzos para evitar muchas enfermedades y muertes prematuras”, enfatizó el senador.
El legislador de Morena acotó que la ley debe proporcionar instrumentos para regular y humanizar la convivencia social mejorando en todos los aspectos posibles la salud de los ciudadanos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es el término genérico empleado para designar un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo.
Una característica definitoria de esta enfermedad es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, en un proceso que se conoce como metástasis.
Se trata de una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En 2020 se atribuyeron a esta enfermedad un millón 86 mil 743 defunciones por cáncer. Entre los tipos más comunes está el de mama, de pulmón, de próstata y de colon, entre otros.
Durante el 2020, continuó Espino de la Peña, en México las entidades federativas con las tasas más altas de defunciones por tumores malignos fueron la Ciudad de México, Sonora, Chihuahua, Veracruz y Colima; además, se registraron un total 683 mil 823 defunciones, de las cuales 9 por ciento se deben a tumores malignos.
El senador también advirtió que muchas enfermedades infecciosas, para las cuáles hace décadas existen medios efectivos de control, son desafortunadamente todavía muy recurrentes en algunas regiones de México, lo que encuentra explicación en nuestra lacerante desigualdad.
“Somos uno de los países más desiguales del mundo. Según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social, el uno por ciento de la población posee el 43 por ciento de la riqueza en México; mientras que el Producto Interno Bruto crece al uno por ciento anual, la fortuna de los 16 mexicanos más ricos se multiplicó por cinco en menos de veinte años”.
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